El sábado de Semana Santa nos fuímos a pecar sin ningún remordimiento, yo estaba harta de tener que chambear con mi viejo (porque nosotros no paramos, claro que trabajamos medio día pero igual) y el viernes luego de tomar helados, nos fuimos a dar una vuelta en su auto por Chorrillos. La verdad que yo tenía muchas ganas de tirar, pero también estaba muerta de cansancio. El había descansado y estaba más relajado de lo que yo pudiera imaginar, incluso creo que no tenía muchas ganas.
Me había puesto en el asiento del copiloto y puse mis pies sobre él. El me los acarició y la verdad me hizo un masaje riquísimo. En pago yo comencé a frotar su pene por encima de sus jeans y que ya había topado de casualidad (y bien que lo ví estremecerse).
¡Bingo! me dije, así que froté y froté hasta que se puso más duro. Creo que por fin entendió el mensaje y me preguntó si quería ir al hotel. Yo estaba preparada y la verdad, ya tenía todo preparado para lo que vendría después: Hacer un desfile de ropa interior.
Lo tenía todo en mi cartera, super compacta. Una vez que llegamos, mientras él se encargaba de llenar el jacuzzi yo me metí al baño y le dije que le tendría una sorpresita, pero que primero tendría que meterse al jacuzzi para yo salir, mientras tanto yo iba sacando los diferentes juegos de sostenes y calzones que había llevado y los colocaba cual modelo, uno sobre otro para hacer el show.
Me tomé mi tiempo, pero felizmente lo oí entrar al jacuzzi que aún no se llenaba pero lo hizo de curioso para ver que le haría.
Bien segura que él estaba ahí, salí con mi primer modelito, "¡uuuuuuy! ¡qué linda!" me dijo, me dí la vueltita rochosamente para que me vea bien por delante y por detrás, "un momentito, todavía falta...te tengo un desfile" y así hice y entré al baño y saqué todo lo que ya había separado y lo coloqué en uno de los sillones y me cambié otra vez. El no me podía ver desde donde estaba, me puse varios modelitos, hasta que finalmente me quedé con uno verde con anaranjado -claro, siempre uso esos colores como habrán visto hasta en el blog- y es un modelito que me gusta porque tiene unas estrellitas plateadas en el top y en la tanga, realmente precioso... y eso fué lo que Willy me dijo.
Como lo había planeado, me metí al jacuzzi con la tanga y el topcito... una vez adentro él me dijo "¿no te vas a sacar tu ropa? se va a malograr"Yo sabía que no, y se lo dije.
Así, empecé a coger el mango de la ducha, ese que parece teléfono, y abrí el agua tibia "¿Qué estas haciendo?" me preguntó con tonito de idiota, y empecé a rociar el agua sobre mi pecho, haciendo que mis tetitas se trasluzcan y destacando mis pezones.
"Uuuuuuuuuuuuuy, eres mala" y yo la verdad disfrutaba haciendo aquello, me parecía loco pero estaba muy atenta, no me dejaba llevar (soy una profesional jajaja) y luego, una vez metida en el jacuzzi, me senté al frente de él y comencé a colocar mis pies frente a él y con ellos comencé a masturbarlo frotando su pene.
Rapidito nomás me dijo que se vendría, le dije que se siente en el borde del jacuzzi y comencé a chuparsela como loca, al ratito se vino dentro mío y me tragué en una toda su leche.
La verdad no se como hice pero me la pasé todita y solo me quedó un saborcito amargo en la boca, y él también se quedó sorprendido cuando le dije que si, efectivamente, me la había pasado toda de porraso.
Regresó al agua, se sentó a mi lado, "eres una loca" me dijo, y luego me dió un beso que yo lo hice piquito nomás porque aún tenía el sabor amargo en mi boca. Me saqué todo y desnudos nos quedamos así en el jacuzzi un rato más.
Claro que al salir de ahí la seguimos pero, lo que más me gustó fue toda la locura que hubo en ese jacuzzi... mojadita, fresca y relajada; y la calma que vino después.
Me había puesto en el asiento del copiloto y puse mis pies sobre él. El me los acarició y la verdad me hizo un masaje riquísimo. En pago yo comencé a frotar su pene por encima de sus jeans y que ya había topado de casualidad (y bien que lo ví estremecerse).
¡Bingo! me dije, así que froté y froté hasta que se puso más duro. Creo que por fin entendió el mensaje y me preguntó si quería ir al hotel. Yo estaba preparada y la verdad, ya tenía todo preparado para lo que vendría después: Hacer un desfile de ropa interior.
Lo tenía todo en mi cartera, super compacta. Una vez que llegamos, mientras él se encargaba de llenar el jacuzzi yo me metí al baño y le dije que le tendría una sorpresita, pero que primero tendría que meterse al jacuzzi para yo salir, mientras tanto yo iba sacando los diferentes juegos de sostenes y calzones que había llevado y los colocaba cual modelo, uno sobre otro para hacer el show.
Me tomé mi tiempo, pero felizmente lo oí entrar al jacuzzi que aún no se llenaba pero lo hizo de curioso para ver que le haría.
Bien segura que él estaba ahí, salí con mi primer modelito, "¡uuuuuuy! ¡qué linda!" me dijo, me dí la vueltita rochosamente para que me vea bien por delante y por detrás, "un momentito, todavía falta...te tengo un desfile" y así hice y entré al baño y saqué todo lo que ya había separado y lo coloqué en uno de los sillones y me cambié otra vez. El no me podía ver desde donde estaba, me puse varios modelitos, hasta que finalmente me quedé con uno verde con anaranjado -claro, siempre uso esos colores como habrán visto hasta en el blog- y es un modelito que me gusta porque tiene unas estrellitas plateadas en el top y en la tanga, realmente precioso... y eso fué lo que Willy me dijo.
Como lo había planeado, me metí al jacuzzi con la tanga y el topcito... una vez adentro él me dijo "¿no te vas a sacar tu ropa? se va a malograr"Yo sabía que no, y se lo dije.
Así, empecé a coger el mango de la ducha, ese que parece teléfono, y abrí el agua tibia "¿Qué estas haciendo?" me preguntó con tonito de idiota, y empecé a rociar el agua sobre mi pecho, haciendo que mis tetitas se trasluzcan y destacando mis pezones.
"Uuuuuuuuuuuuuy, eres mala" y yo la verdad disfrutaba haciendo aquello, me parecía loco pero estaba muy atenta, no me dejaba llevar (soy una profesional jajaja) y luego, una vez metida en el jacuzzi, me senté al frente de él y comencé a colocar mis pies frente a él y con ellos comencé a masturbarlo frotando su pene.
Rapidito nomás me dijo que se vendría, le dije que se siente en el borde del jacuzzi y comencé a chuparsela como loca, al ratito se vino dentro mío y me tragué en una toda su leche.
La verdad no se como hice pero me la pasé todita y solo me quedó un saborcito amargo en la boca, y él también se quedó sorprendido cuando le dije que si, efectivamente, me la había pasado toda de porraso.
Regresó al agua, se sentó a mi lado, "eres una loca" me dijo, y luego me dió un beso que yo lo hice piquito nomás porque aún tenía el sabor amargo en mi boca. Me saqué todo y desnudos nos quedamos así en el jacuzzi un rato más.
Claro que al salir de ahí la seguimos pero, lo que más me gustó fue toda la locura que hubo en ese jacuzzi... mojadita, fresca y relajada; y la calma que vino después.