domingo, 10 de setiembre de 2006

Bye

Y como tenía que ser, luego de llamarlo y aclarar las cosas, nos vimos el sábado pasado el Firme y yo. Pero tenía que haber un final tan bueno como el comienzo. Quedamos en ir a cenar, despues de todo, él iba a estar solo 48 horas en Lima y luego se regresaba a Trujillo.
Fuímos a un lugar en Pueblo Libre, muy lindo, y él como siempre muy caballero... hasta el último minuto carajo! Esto hacía que me diera penita terminar con él. Pero ni modo.
Llegamos al hotel de siempre. Entramos y estaba aquella chica que me ayudó alguna vez cuando llegué con el corte que me hice en el dedo con la razuradora que llevaba en la cartera. Nos vió pero ál final nos atendió otra persona. Di gracias que no estuviera allí el señor que hacía un par de semanas nos había dicho al Perverso y a mí que no habían habitaciones.
Estuvo cariñoso si, pero había algo raro. Ambos sabíamos que era la última vez, que luego de eso solo sería un quizás. Todo quedó en besos, abrazos y agarradas por todos lados. Fuimos al jacuzzi que se había estado llenando desde que llegamos. El agua estaba lo bastante calientita para ponerme con más ganas.
Nos sentamos frente a frente, el agua que giraba, me hacía algo de cosquillas en el brazo y la pierna, y luego pensé "¿por qué no colocarme de tal manera que el agua golpe mi chuchita y mi culito?" Así que me senté al lado del Firme, y me puse de ladito, de tal manera que el agua caía con fuerza provocandome mucho placer.
Él, al ver esto, comenzó a presionar mis pezones, a mordisquearme el cuello, y aprovechar para dejarme todos los chupetones que quiso. Y la verdad no me quejo.
Me estaba entusiasmando como loca, de pronto, recordé que había llevado el dildo que el Perverso me había regalado, le pregunté si querría usarlo por última vez (en mí claro porque él jamás se dejó convencer del strap on), a lo que accedió que sí con una sonrisa entre dulce y maliciosa.
Dildo en mano, me senté sobre él en el jacuzzi, hay un espacio suficiente, que definitivamente lo han hecho adrede para que las parejas lo utilicen. Colocó el dildo en mi chuchita y luego me metió la suya por el culo. Sinceramente jamás pensé que se sentiría así. Al comienzo algo raro porque no lo había hecho nunca en simultáneo pero al final me gustó, claro que hoy el roce del dildo como que me arde un poquito pero ni modo, despues del gusto...
Una vez que yo llegué así (y cómo no iba a llegar con semejante doble penetración) volvimos a meternos al agua, ya no estaba taaaan caliente pero algo tibia. Prendimos las turbinas, se volvió a hacer espuma y empecé a acariciarle el pene. Lo ví doblarse hacia atrás y luego, como estaba frente a él con mis piernas abiertas y las suyas dentro mió, con mis pies comencé a acariciar su pene. Lo tenía entre mis pies. Sabía que tenía un morbo por los pies pero nunca habíamos hecho nada al respecto. Me lo había confesado hacía mucho tiempo y quería hacer algo fuera de lo común... más fuera de lo común. Comencé a frotar cada vez más y más, alternando entre uno y otro pie, subiendo y bajando. Lo escuché decir "uf" y estremecerse, haciendose hacia atrás.
En una de esas, se vino, lo ví venirse y poner una cara de goce increíble, lo cual me excitó muchísimo pero a la vez, preocuparme. Me levanté inmediatamente del jacuzzi, no iba a arriesgarme a un embarazo justo al final de la relación.
Él se dió cuenta y destapó la tina al toque. Abrí la ducha, nos dimos un duchazo y regresamos a la cama. Luego de un rato, me pidió que suba sobre él. Estábamos en pleno 69 cuando de pronto lo siento metiendo sus dedos por mi ano. Me pareció más excitante, hasta que intentó meter el dildo por ahí. Debo admitir que sí me dolió :(
Es que el dildo es bastante grueso, y no teníamos lubricante. Sin embargo, una vez dentro, él comenzó a moverlo una y otra vez mientras me estaba lamiendo el clítoris como loco. En ese momento recordaba como la última vez hubiera deseado venirme así. (Si pues, otra vez me acordé del Perverso, ¡estoy cagada!)
Luego de eso, nos lavamos, volvimos a la cama y le apliqué una crema para el rostro, con una loción especial para hacer masajes faciales que le había comprado por su cumpleaños. Empecé con masajes en su rostro, y luego terminé en todo el cuerpo. Sonreía, en serío, me encantaba poder hacer todo eso, darle algo de paz al hombre que había sido cariñoso conmigo y que había aceptado muchas cosas porque después de todo, se las olía que mientras él estuvo de viaje, yo andaba en otra.
Le tomé una foto desnudo, mientras dormía, con su celular. Aproveché y me coloqué su camisa y me comencé a tomar varias fotitos y me encantó sentir su olor así. Era la camisita con la que lo había vuelto a ver después de varios meses, casi un par de años, justo esa noche que ya postié alguna vez de "sex con mi ex".
Me cambié, lo desperté, me acompañó a casa, lo ví irse y subirse a un taxi desde la ventana del cuarto de mi hermano, y le mandé un sms "feliz cumpleaños". Ya habrá visto las fotos en su celular. Ese fué no sólo mi regalo de cumpleaños sino también de despedida.

No hay comentarios.: