jueves, 4 de mayo de 2006

Frustada

Les voy a contar el pendiente que tenía sobre mi perverso y yo.
La verdad, son las cosas como esas las que me joden y me hacen pensar que él solo se muestra interesado porque quiere satisfacerse, pero bueno.
Nos vimos el domingo pasado, antes que viaje, y tenía planeado algo especial... recuerdan? Y fue así que me puse mi mejor encaje, negro claro, sostén y tanga y el famoso baby doll para que se le caiga la baba.
Tenía también el strap para utilizarlo como ya estaba sorbre entendido por nuestra última conversa. Además, el trato es, ahora, yo me dejo el mismo tiempo que tú te dejes.
Vió cuando nos sacabamos la ropa que tenía debajo de mi blusa algo y me dijo con su cara de puto que lo caracteriza: "¿Qué te has puesto ahí?" y se acercó y me levantó la blusa. "Ajá" me dijo, "Te has venido como toda una mistress, ahora TU vas a dar las órdenes.... también has traído el juguete, no?" Cogí mi bolso, saqué varias cosas que tenía, lubricante, un pañuelo largo que coloqué alrededor de su cabeza cubriendole los ojos por un momento, pañitos, papel tissue y el strap, y se lo mostré colocandolo en la mesita de noche.
El estaba con una ropa recontra sport, con un polo que incluso parecía manchado o salpicado con mostaza y se le veía tan relajado. Llevaba su barba y lo ví recontra cool.
Se me quedó mirandome y luego mientras lo veía recostarse me coloqué sobre él. "Has traído otra truza no?" "No, porqué?" "Porque éste se va a mojar un montón y no te lo vas a poner después, que pena!"
Y ahí empezó todo, me cogió de los senos y comenzó a pellizcar los pezones. Me sacó el sostén y comenzó a pellizcar más fuerte. Comenzó a morderlos, como solo él sabe hacerlo, a morderlos y a lamerlos tan pero tan rico, que yo le jalé el pene y como estaba lo suficientemente lubricada, comencé a rozar su pene contra mí. Cosa rara porque a él no le gusta que su pene toque mis labios, tiene pánico a meter la pata.
Estuve en eso mientras él, debajo mío, lamía y mordía a su gusto. Hasta que paró y me dijo "basta, es momento que ud. la mistress, comience con las órdenes"
Me quedé algo palteada pues no es fácil comenzar y cualquier sargento decir "has esto o aquello". Pensé por un momento y como demoraba él comenzó a jugar con sus dedos colocandolos en mi clitoris. Estaba bien avanzado y yo a punto de acabar y le dije "detente" (En realidad quería llegar con él adentro)
"Quiero que uses tu lengua para hacer lo mismo que estas haciendo con tus dedos", y bajó.
Estuvo lamiendo mi clitoris un rato, luego los labios, pero comenzó a meter sus dedos. ¿No puede dejar de meter los dedos ni si quiera bajo una orden?????
Luego le dije que queria usar el strap, y él muy obediente, me dijo "lo que ud. mandé" y verlo doblarse, todo grandote como es, me estremeció. Le dije que se ponga en posición de perrito, así lo hizo, y luego, me coloqué detrás de él y poco a poco fuí penetrandolo con el strap. Era bastante incómodo porque como es mucho más alto que yo, tenía que hacer el esfuerzo. Lo ví corriendosela con la mano derecha, yo -repito- hacía esfuerzo y se la metía y sacaba despacito, con mucho cuidado porque no quería que le doliera sino que le gustara.
De pronto, ví que en el cubrecamas, se había venido!!!
Al comienzo me pareció curioso, pero luego me pareció injusto.
Se vino cuando le daba por el culo, osea, que le encantó! Maldición! Y yo??? Como se había venido, comenzó a decirme que para reponerse tendríamos que esperar, pero que él tenía que irse porque un amigo suyo había ido a su casa y que en un par en horas tenía una reunión familiar. Lo besé un rato, esperamos mientras y comencé a acariciar su barba diciéndole lo mucho que me gustaba cuando estaba con su barba; me dijo "a mí no me gusta" (Maldición! yo quería decir algo para reanimarlo) Luego comencé a frotar su pecho belludo como siempre, y juguetié con su ombligo, "espera! no" Yo no entendí. "No me hagas así porque me fastidia" "Te fastidia o no te gusta?" "Osea, me fastidia, no sé" Quisquilloso el imbécil! Cuando minutos antes no le había importado que le lamiera el culo ni que le metiera el dedo. Me llegó.
Nos pusimos a ver la película y comenzó a excitarse mientras se la estaba sobando. Como se estaba poniendo dura, decidí chuparsela para que la erección se mantenga y me la meta. Así fue. Pero una vez que estaba dentro, luego de un rato con las piernas dobladas -porque a él le encanta poner mis piernas sobre mis hombros para alcanzar una mayor penetración- lo ví poner una cara de fastidio.
Le pregunté y me dijo que otra vez se le había achicado y que nada podíamos hacer, que mínimo tendría que esperar 3 horas.
Molesta, frustrada y asada, le dije "al menos tú llegaste" y con la conchudez que lo caracteriza respondió mirandome de reojo "Tú también tuviste tu oportunidad... solo que no quisiste ya ves?" Maldición! Yo quería venirme con él adentro! Egoísta de mierda!

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